Ginebra, 13 oct (Prensa Latina) La Organización Mundial de Salud (OMS) rindió homenaje hoy a la estadounidense, Henrietta Lacks, mujer afroamericana cuyas células de cáncer fueron tomadas sin su conocimiento en la década de 1950 e impulsaron numerosos logros científicos.
El director general de esa entidad, Tedros Adhanom Ghebreyesus, entregó un Premio al hijo de Henrietta, Lawrence Lacks, de 87 años, en presencia de muchos otros descendientes de la señora.
«Lo que le sucedió a Henrietta estuvo mal», dijo el titular durante una ceremonia especial, pues ella «fue explotada» y representa una de las muchas mujeres de color cuyos cuerpos usó inapropiadamente la ciencia.
Lacks falleció de cáncer en el cérvix en octubre de 1951, a los 31 años y el tejido que fue tomado de ella en el Hospital Johns Hopkins en Baltimore, Estados Unidos proveyó las primeras células humanas en ser clonadas exitosamente.
HeLa se reconoce como la línea celular derivada de las dos primeras letras del nombre y el apellido de Henrietta Lacks y fueron un gran logro científico.
A decir del director general de la OMS, esas células fueron las bases del desarrollo de vacunas para el virus del papiloma humano, que eliminan el cáncer que le costó la vida a Henrietta.
Reproducidas infinitamente, se han vuelto una piedra angular en la medicina moderna, incluido el desarrollo de la vacuna para la polio, mapeo genético e incluso vacunas contra la Covid-19.
Desde la década de los 50 del pasado siglo se han distribuido más de 50 millones de toneladas métricas de clones de esas células en todo el mundo, objeto de más de 75 mil estudios, indicó la OMS.
Adhanom Ghebreyesus apuntó que Lacks vivía en un tiempo en el que la discriminación racial era legal en Estados Unidos y agregó que ese comportamiento aún persiste en muchos países.
«Las tecnologías médicas que fueron desarrolladas a partir de esa injusticia han sido utilizadas para perpetuar más injusticia, porque no han sido compartidas equitativamente en todo el mundo», apuntó.
La distinción a Henrietta Lacks ocurre a más de 10 años después de la publicación de «The Immortal Life of Henrietta Lacks», un libro de la escritora, científica estadounidense que se especializa en ciencia y medicina, Rebecca Skloot sobre la discriminación sufrida por los afroestadounidenses en la atención sanitaria.
El texto aborda las innovaciones que salvaron vidas gracias a las células de Lacks y la batalla legal de su familia por su uso no autorizado.
«Sorprendentemente, la comunidad científica mundial una vez ocultó su raza e historia real del mundo, un error histórico que el reconocimiento de hoy busca curar», subrayó Adhanom Ghebreyesus.
Aseveró que al honrar en esta jornada a Henrietta Lacks, la OMS reconoce la importancia de tener en cuenta las injusticias del pasado y promover la equidad racial en la salud y la ciencia.